domingo, 10 de noviembre de 2013

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Nace Lavín como un nuevo concepto en el mundo del pan, pero siendo tan antiguo como el pan mismo y hablamos nada más y nada menos que del año 8.000 a.C., cuando un  antepasado nuestro trituró y mezclo algún tipo de trigo primigenio creando una pasta a modo de gachas, las cuales por casualidad, descuido o intención tomaron forma solida al abrigo de algún fuego o rescoldo.



Esa es la idea, tomar  trigos, maíces, cereales de excelsa calidad, hacer un baile con un agua lo más pura posible, agarrar fuertemente la elaboración artesanal y manual, mimar esa mezcla con fermentaciones necesarias en tiempo, sin prisas, y entregar todo ello al necesario y cariñoso efecto del fuego en un horno de leña, haya Navarra, para más señas.

Pues bien, todo eso y un cuidado acercamiento al público soberano pretende Lavín desde su local en Rodríguez Arias 55, Bilbao.




Y todo esto de la mano de un, como ya le han definido anteriormente de manera muy acertada, PANADERO (con mayúsculas), Saturio Hornillos, un artesano que no se ha quedado en la mera elaboración de un pan decente, no, Saturio no elabora, Saturio crea un producto excelente, sublime y que nos hace pensar en que el nombre del PAN está tan mal utilizado como el de AMIGO. Nos hace descubrir de nuevo el auténtico sabor del pan, de los panes, de sus panes, largamente olvidado por muchos e incluso, no saboreado nunca por algunos.




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